martes, mayo 23, 2006

Tiempo

Presione 1 para escuchar sus mensajes de voz. Usted tiene 1 mensaje. - (2:37 a.m.) Renzo ¿dónde estás? Ya es tarde. Son las dos y media - (3:25 a.m.) Hijo, son las tres y media de la mañana, ¿a qué hora regresas? Son las 9:30 a.m. de un domingo cualquiera. Hago un gran esfuerzo por alcanzar el televisor para prenderlo (la tele de mi cuarto es de esas antiguas que no tienen control remoto). Enredado entre las sábanas y el cubrecama, comienzo a recuperarme de las heridas de las horas pasadas.

Como temía, mi viejo se acerca a mi cuarto y me dice: "hijo, ¿como estás? ¿a qué hora llegaste?" (sabiendo muy bien la hora en que llegué). "A las dos y media, papá" (sabiendo muy bien que no me va a creer).

Mientras nos miramos mutuamente pensando en todo lo que nos gustaría decirnos el uno al otro, pasan unos cuantos segundos y finalmente se rompe el silencio con un "aprovecha que tienes todo el día, ahi tienes la computadora. Avanza la tesis hijo, avanza."

La tele sigue prendida y yo me quedo echado un rato más, tratando de demostrar inútilmente que no me voy a levantar por obligación, sino por mi propia voluntad. Pasan unos minutos y la tele sigue prendida. De pronto, el hambre. Gracias a ella logro salir por fin de la enredadera de sábanas y voy a la cocina en búsqueda de cualquier cosa digerible, siempre con cautela para no cruzarme con nadie que me mire a los ojos; aunque creo que el único que piensa que actúo mal soy yo mismo...No, me equivoco, mi mamá piensa exactamente lo mismo que yo.

El tiempo pasa. Los domingos se repiten. Cada vez que los miro detenidamente me doy cuenta que son más viejos. Las canas luchan con más fuerza para no desaparecer. Las arrugas, la piel, la postura de los cuerpos al sentarse, toda señal de que el tiempo pasa se posa sobre ellos. Lo peor, es que siguen trabajando para alguien más, siguen preocupándose por alguien más, siguen viviendo por alguien más.
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Es mi culpa.

3 comentarios:

Bruno Rivas dijo...

Extraordinario. si pues, los padres siempre serán padres y los hijos viceversa. La intranquilidad y tranquilidad a la vez de saberse en camino a tener responsabilidades está muy bien reflejada. Felicitaciones, gran post.

Anónimo dijo...

ESPECTACULAR!!!!

Larumy dijo...

Es la ley de la vida mi estimado... ellos se preocupan ahora por lo que haces y por lo que no, mas adelante nos tocara a nosotros. Tu trabajaras por tus hijos y veras por ellos, te cansaras pero aun asi no descansaras.