martes, mayo 06, 2008

12:10am

No tengo sueño, pero tampoco sé qué escribir.
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Visito el blog de un amigo y luego de dejarle un par de comentarios que intentan ser graciosos sin lograrlo, reparo en que no tengo mucho que mostrar en mi propio blog. Lleno de borradores a la mitad e ideas que no pasan de eso, se encuentra la lista de mis "posts", sin que estos últimos tengan un motivo por el qué sentirse especiales. Cada vez que termino de escribir uno de ellos una vez a las quinientas, entro corriendo al messenger para avisarle a los que considero buenos críticos (porque generalmente nunca me critican) de que acabo de colgar algo nuevo en el blog y les pido a lo Kiko que lo lean; espero ansiosamente a que se den un minuto para leerlo y mencionen algo al respecto. No sé por qué lo hago, no estoy seguro de qué opinión espero recibir, más aún cuando las cosas que escribo no suelen estar sujetas a comentarios literarios, pues son en su gran medida catársis personales que no contienen un discurso ni fin comunicacional.
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Sigo sin sueño, y todavía no sé qué escribir.